Lo encontró sentado,
De espaldas a la ventana,
La cara entre sus manos,
Los codos sobre las piernas.

Circundado de colores
Salpicados en las mesas
En las sillas,
En los lienzos y
Hasta en sus zapatillas.
—Lo siento, dijo.
No he logrado transformar
Ni una gotita
De verde en naranja—

Ella lo abrazó desde atrás
Como se abraza a los niños 
Y a los osos grandes.
Suavemente giró su silla
Hasta que los ojos se alinearon
Con la ventana que justamente
Estaba detrás de ellos.

Tomó su mentón con un sólo dedo
Lo tiró suavemente hacia arriba
Y mientras abría las cortinas
Dijo susurrando en su oreja derecha:
—Sólo servía mirar un poco afuera
El verde se transforma en amarillo
Y luego se vuelve naranja
Y rojo, y café, y finalmente
Desaparece…— 

El otoño puede transmutar
Cosas que la mente no entiende.
Alejandra Ruíz Gómez
Octubre 6 de 2023,
Merano, Italia

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